La crisis de contenedores alargaría la crisis económica hasta 2023, según estimaciones
Gran parte de la crisis económica se debe a la recesión a causa del covid-19, sin embargo, debió a la escasez de fletes marítimos, la crisis se ha agudizado y las importaciones se han visto afectadas. De acuerdo con algunas estimaciones, esta crisis tendría sus consecuencias reflejadas para todo el año 2022, y continuaría incluso hasta el 2023.
A causa de las medidas restrictivas en todo el mundo, la economía se vio fuertemente golpeada, hoy cuando el mundo entero quiere volver a la “normalidad” se ha encontrado con una dura realidad, y es que no existen suficientes contenedores ni embarcaciones para transportar los miles de toneladas de mercadería que se movilizaban a diario de oriente a occidente y viceversa. Las razones de esta crisis son varias, desde los contenedores varados en América y Europa sin poder retornar a Asia, debido a las restricciones; hasta la diminución de fabricación de algunos productos. Además, también están presentes la disminución del personal encargado de la logística en los puertos, nuevas restricciones marítimas debido a las nuevas variantes e incluso también existe más congestionamiento marítimo debido a la gran cantidad de barcos.
Por si esto no fuera poco, además algunas regulaciones ambientales en China han impedido que las embarcaciones viejas con un alto índice de contaminación vuelvan a operar; disminuyendo la oferta de embarcaciones y conteiner. Todos estos factores se han combinado en una especie de “tormenta perfecta” que han provocado una enorme escasez de importaciones y productos, y lógicamente una desagradable subida de precios en todo el mundo.
Un contenedor, de Asia a occidente solía costar en promedio entre 2000$ y 2500$, hoy debido a la escasez cada contenedor suele costar entre 10.000 y 12.000$ en promedio, subiendo en algunos casos a cifras extraordinarias como 15.000$. Se estima que un 80% de los productos en el mundo son transportados vía marítima, lo que significa que las áreas afectadas no son solo las importaciones con fines comerciales; sino también los de necesidad básica como frutas, trigos, ropa, etc.
De acuerdo con las proyecciones, la economía global crecería un 5.9% en el 2021 y un 4.9% en 2022, sin embargo, esto no se vería reflejado en los precios de los productos que dependen de las importaciones, pues estos se verían incrementados entre un 10% a 20% durante todo el año 2022 y en la primera mitad del 2023, si es que los precios elevados de los contenedores no bajan en el corto plazo. La inflación mundial afectaría principalmente las industrias de computadores y celulares (agudizadas también por una escasez de microchips), textiles, alimentos, muebles y construcción.
Según estimaciones, la reactivación económica y el regreso de la presencialidad jugarían un papel importante para intentar mejorar la situación, sin embargo, la crisis no parará hasta que los gigantes asiáticos solucionen sus problemas logísticos, los expertos aseguran que un nuevo plan logístico naviero ayudaría a normalizar la situación en un mediano plazo.
En la canasta familiar, la crisis se ha estado sintiendo principalmente en el
precio del pollo, debido a la escasez de maíz y flete; hoy en día los precios de
importación de maíz están retrocediendo a paso lento, pero la crisis política y
el alza del dólar provoca que el precio del pollo se mantenga por encima de los
10 soles por kilo. Expertos creen que, a nivel local, la crisis continuará
debido a la inestabilidad política provocada por los enfrentamientos entre Poderes
del Estado, lo que afectará la real percepción de precios, aún cuando la crisis
de contenedores empiece a disminuir.
