Luego del desastre provocado por la pandemia de covid-19, la economía de los Estados Unidos se viene recuperando poco a poco.
Según el informe abordado por la BBC Mundo, se menciona que la inflación ha llegado a su punto más alto en 13 años, hay escasez de algunos productos debido a los problemas en las cadenas globales de suministro y hay menos personas dispuestas a ingresar a la fuerza laboral.
No obstante, Si se cumple el pronóstico de la Reserva Federal, que anticipa un crecimiento económico de 5,9% para este año, sería el más alto desde 1984. A pesar de ello, aunque el despegue económico avanza, el camino no está tan claro.
Todo ello viene ocurriendo mientras la variante delta se sigue propagando con fuerza, pese al extenso programa de vacunación que existe en el país.
Se viene registrando la perdida de alrededor de 700.000 personas quienes han fallecido por no haberse vacunado contra la Covid-19.
En palabras de David Wilcox, investigador del centro de estudios Peterson Institute for International Economics (PIIE) de Washington DC, se afirma lo siguiente: «El primer gran desafío económico es el control de la pandemia. Y para eso, tenemos que lograr que el mayor número de personas se vacune».
Mientras que «si dejamos atrás los miedos que provoca el virus, se resolverán muchos de los otros problemas económicos», argumentó en diálogo con BBC Mundo.
Estos vienen a ser los mayores desafíos que enfrenta la economía estadounidense en estos momentos para impulsar la recuperación.
1. Inflación
En primer lugar, tenemos a la inflación, dado que es uno de los grandes debates económicos que existe estos días en Estados Unidos.
El último dato disponible indica que en septiembre los precios escalaron a una tasa anual de 5,4%, la mayor en más de una década.
Hasta ahora, la Reserva Federal (Fed) ha insistido en que el alto nivel de inflación es un fenómeno transitorio, pero otros economistas consideran que podría tratarse de un problema de largo aliento.
La gente está sintiendo en el bolsillo el aumento en el costo de los alimentos, la vivienda y la gasolina, entre otros.
Y las preocupaciones sobre el aumento en el precio de los alquileres y de las viviendas se han convertido en una prueba de fuego para ayudar a predecir si la inflación se mantendrá incluso una vez que la pandemia haya terminado.
2. Escasez de productos
Los suministros de productos se están volviendo un problema en el país norteamericano, tanto así que el presidente Biden anunció que el Puerto de Los Ángeles comenzará a «operar 24 horas al día, siete días a la semana», como una manera de facilitar el flujo de mercancías.
Algunos optimistas creen que la demora en la llegada y distribución de productos en los puertos del país es una señal de que la recuperación económica está tomando fuerza.
A esto se le suma el problema de muchas empresas, las cuales no tienen cómo importar sus productos, ya sea porque no consiguen espacio en los buques de carga o porque no pueden pagar precios insólitamente altos por el transporte de los mismo.
3. Mercado laboral
Otra de las secuelas que deja la pandemia es el fenómeno conocido como “la gran renuncia”.
El mercado laboral es otro de los desafíos que enfrenta la economía. Los estadounidenses están renunciando a sus trabajos a un ritmo récord que llegó a 4.3 millones de personas en agosto, casi el 3% de la fuerza laboral.
Estos abandonos se han identificado, sobre todo, en aquellos trabajos con las remuneraciones más bajas y en los que las personas están más expuestas a contagiarse.
Lo cierto es que el mercado laboral se ha convertido en un enigma. «Muchos trabajadores no están dispuestos a regresar a la fuerza laboral, particularmente si el lugar de trabajo requiere contacto cercano con clientes o colegas», explica Wilcox.
Desde esta perspectiva, tener la pandemia bajo control hará que los trabajadores estén más dispuestos a regresar a sus empleos.