Ya ha pasado más de un año desde que el Estado dictó al país en emergencia sanitaria por la llegada de la pandemia del coronavirus. Los colegios dejaron de dictar clases presenciales y los hospitales solo se dedicaron a atender a los pacientes COVID-19 y dejaron de lado las atenciones primarias. En este contexto una de las problemáticas que se vio afectada por la falta de estos servicios es el embarazo adolescente.
En la ciudad de Pucallpa, en el departamento de Ucayali, el embarazo adolescente siempre ha sido una preocupación. En el 2019 se reportaron más de 200 casos de niñas y adolescentes embarazadas en dicha zona. Ante ello, la profesora Llipolita Ríos, expresa su preocupación debido a que la tasa de embarazo de adolescente a términos del 2020 subió a un 50% en el colegio Abelardo Quiñones San Fernando.
¿Cómo ha sido antes de la pandemia la lucha contra el embarazo adolescente en su colegio?
Hace un tiempo venimos desarrollando lo que es la educación integral, somos una institución con altos antecedentes de embarazo. Venimos trabajando ya 33 años en este colegio. Yo soy profesora de ciencias naturales y en un inicio se vino articulando como parte del área la planificación.
En esas épocas era muy difícil trabajar estas temáticas y ya con los cambios que se han venido haciendo y yo he venido formándose en esas temáticas, y en los últimos años desde el 2011, hemos venido intervenidos por otras organizaciones como Flora Tristan o Manuela Ramos, que han venido fortaleciendo las capacidades de los maestros para llegar a nuestros alumnos con los correctos conocimientos acerca de educación sexual integral.
¿Desde cuándo se empezó a trabajar con estas organizaciones?
Fue en el 2015. En el inicio de estos trabajos articulados hemos iniciado primero siendo dos maestras, preocupadas por el índice de embarazo en adolescentes y posteriormente hemos sido más y hemos llegado al 50% de docentes están empoderados en la medida en que ellos han asumido y empezado a estudiar, participando en diferentes cursos para que ellos vayan adquiriendo el conocimiento y brinden al estudiante una información basada en las creencias sino en el conocimiento científico y la ética de cómo se debe llegar a los estudiantes.
¿Cómo ha cambiado ese panorama ahora con la pandemia?
Ahora desde esta condición que nos encontramos desde el 2020 y 2021, nos preocupamos mucho más. Antes de los 10 o 15 embarazos que teníamos, se redujo 3 o 4. Había mermado porque trabajamos con los padres también, pero desde esta cuarentena el año pasado han dado a luz 7 niñas. Asimismo, trabajamos con el Centro de Salud San Fernando con un plan de atención al niño y al adolescente. Todos ellos están interviniendo, y ahora estamos viendo cómo recuperarla.
¿Cuáles cree que Ud. que sean las razones por las que ha aumentado el embarazo en su colegio?
Justamente, nosotros estábamos analizando con ellos mismos ¿Cómo hemos pasado de tres a siete? Nos sentíamos frustrados porque tanto habíamos avanzado y con esto hemos retrocedido. Estos niños han estado bajo la tutela de los seres que supone que más los protegen, sin embargo, no fue así. Por eso les decía a los maestros cuán importante es el rol de la escuela, porque cuando estaban acá estaban más informados y no privados de tanta libertad y no con el nivel de estrés. Muchos de ellos han salido a trabajar y han sido expuestos. Con esa independencia económica y de qué murió el papá o la mamá ahí se han embarazado o no iban al centro de salud todos solo se han dedicado al covid y no hay estos servicios diferenciados de planificación.
