Acontecimientos que marcaron historia en San Marcos, un accionar que se hizo viral y una resolución esperada, la «toma» del 2019, una toma anunciada.
Aquí empezó todo
Un viernes 06 de setiembre las clases en la Ciudad Universitaria se regían con normalidad, pese a los continuos mensajes vía redes sociales por parte de alumnos sanmarquinos anunciando una marcha en contra de las acciones del rector y con una posible amenaza de «toma». Sofía estaba teniendo un día tranquilo, esperaba con ansias que terminara su clase para poder ir a celebrar el cumpleaños de su abuela junto con toda su familia. Salió de la universidad, mientras esperaba su taxi se inició la movilización, vio cómo quemaron llantas, tiraron piedras, se notaba el miedo en sus ojos; se refugió detrás de algunos oficiales que lograron controlar la situación, hasta ese momento.
Primer día: “momento de acción”
Sofía dormía tranquila, cuando despertó y empezó a revisar su celular un anuncio llamó su atención. “Se suspenden las clases a partir de las 2 p.m.”, en su chat grupal se explicaban las razones y la amenaza de «toma» seguía latente. No fue a clases por precaución, o más bien, miedo, no quería volver a pasar por el trauma del viernes pasado. Y así como se dijo, ese martes 17 de setiembre a las 6 p.m. se inició la «toma» universitaria con una marcha por la Av. Venezuela por parte de alumnos, egresados y ciertos profesores de la institución. Sofía estaba siguiendo la evolución de los hechos por un “en vivo”, se asombró cuando los policías no tardaron en llegar: más de cien efectivos estaban enfrentándose con los sanmarquinos, se tomaron medidas extremas, lanzaron bombas lacrimógenas y perdigones, palos y piedras volaban de bando a bando. Una insaciable lucha de poder. Se logró la ansiada “toma”.
Segundo día: “se hace historia”
Tras las constantes amenazas por parte de la policía de irrumpir en la Ciudad Universitaria se convocó a los sanmarquinos (alumnos, egresados, trabajadores y profesores) a realizar una cadena humana pacífica contra el accionar de los policías, se enviaron mensajes vía redes sociales: Facebook, WhatsApp, Twitter, Instagram. El llamado se hizo viral, antes de las 12 p.m. del 18 de septiembre había un grupo de personas agarradas de la mano, sin cubrirse el rostro, sin armas, sin saber lo que iba a pasar, contaban con su voz, con las «arengas» y carteles que demostraban su fastidio, no todos se conocían, pero tenían una cosa en común: las ganas de defender su casa, el territorio sanmarquino. Se utilizaron estrategias como el uso de símbolos patrios, para que los oficiales de la PNP no puedan transgredir contra los miembros de la cadena. Pasaban las horas y cientos de personas llegaron para formar la cadena, para exclamar su posición en la lucha, entre ellas Sofía, quien llevó víveres y no le importó el miedo que recorría su cuerpo cuando encaró a los oficiales que la amedrentaban. Pensó en todo lo que se dijo al respecto, pues tacharon de “terrucos” y “vándalos” a todo aquel que quisiera defender lo suyo, lo nuestro, nuestra amada San Marcos. Este hecho fue reportado en varias partes del mundo, personas de diferentes universidades del Perú y del mundo se solidarizaron con los representantes, apoyaron la protesta, hicieron llegar su apoyo vía redes y se declararon a favor del accionar, una sonrisa se formó en su rostro, estaba orgullosa de su universidad, estaba feliz de pertenecer a esa casa de estudios.
Tercer día: ¡San Marcos no se vende, San Marcos se defiende!
19 de septiembre, la cadena humana se hacía más corta, los alumnos estaban cansados, no habían sido días fáciles. Sofía estaba preocupada, sus padres no apoyaban que vaya desde muy temprano hasta altas horas de la noche a esa “cadenucha”, como la habían llamado cuando hablaron con ella. La opinión pública era dura, la prensa y diversos medios atacaban el accionar, no todos estaban de acuerdo con los acontecimientos, no todos entendían la situación. A las 9:00 a.m. la cadena era casi inexistente a vista de todos, la mayoría se había ido, pero ella no, Sofía estaba predispuesta a seguir en su posición, pese a que no es fácil estar parado en uno de los inviernos más fríos registrados en Lima. El llamado se hizo, otra vez. Anuncios, estados, publicaciones, todo mensaje en las redes sociales era válido, se volvió a reunir un número considerable de personas para la nueva cadena humana, se quedaron hasta altas horas de la noche esperando una respuesta de las autoridades, aquí no importaba tu carrera, tu raza, tu edad, tu posición social, al estar agarrados de la mano solo importaba una cosa: San Marcos.
Cuarto día: “Reunión crucial”
El 20 de setiembre, parada afuera de la puerta tres, esperando novedades, se anunció algo que no se había visto antes, se marcó otro acontecimiento que quedará en la historia. Una mesa de diálogo conformada por: el alcalde de Lima, el rector de la Decana de América, la ministra de Educación y representantes estudiantiles. Una jornada que duró más de doce horas, una reunión de la cual todos estuvieron pendientes, amigos y desconocidos viendo la transmisión en vivo de la junta, no se sentían cansados, el sueño que pudo sentir ya no estaba, hasta que se dio la tan ansiada resolución, no habría oreja vial, no se invadiría terreno sanmarquino. Las personas presentes en el campus de la universidad al escuchar esta noticia saltaron de alegría, se abrazaba a desconocidos, amigos, realizaron bailes, la cadena se concentró ahora en la puerta tres, habían logrado su propósito, habían ganado, esa fue la idea que no salía de su mente, ganamos.
La “toma” del 2019 quedará grabada en la memoria de San Marcos, pues las acciones empleadas y la solidaridad demostrada por todos son hechos que pasarán a la historia. Los reclamos fueron oídos, la finalidad de la jornada se cumplió, se logró lo imposible, una vez más los sanmarquinos demostraron que la unidad hace la fuerza y que luchar por lo justo es deber estudiantil.