El día de hoy Estados Unidos vivió in evento sin precedentes: durante la jornada donde ambas cámaras congresales certificarían la victoria del presidente electo Joe Biden, decenas de seguidores del aún presidente Donald Trump irrumpieron en el Capitolio y lograron ingresar a las instalaciones, dejando un aura de incertidumbre en el edificio y la suspensión de la sesión.
Los hechos se suscitaron después de que Trump realizara un mitin masivo en las inmediaciones de la Casa Blanca. Como medida de protesta, una gran cantidad de estos asistentes se dirigieron a pie al Capitolio a denunciar el fraude electoral que el magnate denuncia desde el mes de noviembre. Una vez que llegaron, se enfrentaron a la policía brevemente y lograron ingresar forzando puertas y rompiendo ventanas. Esto sucedió mientras el vicepresidente Mike Pence se encontraba interviniendo en el hemiciclo; raudamente los legisladores fueron desalojados y Pence fue puesto llevado a un lugar más seguro.
Qanon Shaman y los protestantes
Una vez dentro, las imágenes compartidas por los protestantes no se hicieron esperar ya que, como evento histórico, muchos aprovecharon en sacarse selfies en las instalaciones, tomando algunos objetos o sentados simulando ser parte del hemiciclo o el propio vicepresidente.
Uno de estos personajes fue Jake Angeli, mejor conocido como el Qanon Shaman o Qanon Guy, trumpista y seguidor de la teoría de conspiración Qanon, la cual se originó en el foro de tabloides 4Chan y que asevera que Trump lidera una cruzada en contra de una élite de pedofilia que buscaría derrocarlo por obra de Hillary Clinton, Barack Obama y George Soros.
Este personaje, a quien temprano se le había visto en las afueras del Capitolio arengando a favor de Trump y gritando “MAGA!” (Make America Great Again) o “Thank you, president Trump”, se viste similar a los Guerreros Sioux, un pueblo nativo americano, con la adición de que Jake agregó un maquillaje facial con los colores de la bandera de Estados Unidos.
Controversia e infiltrados
Sobre la participación de Jake Angeli se ha hablado bastante. Desde que es un actor pagado por George Soros hasta que es un infiltrado perteneciente al movimiento Black Lives Matter, que tuvo una participación masiva durante las protestas contra el asesinato de George Floyd en junio del 2020.
La verdad no estaría ni remotamente cerca, ya que Angeli es conocido por haber declarado “odiar a los demócratas” y por ser trumpista acérrimo. Los rumores fueron rápidamente esparcidos debido a que los congresistas republicanos Louie Gohmert (@replouiegohmert) y Mo Brooks (@RepMoBrooks) dieron credibilidad a esta teoría en sus cuentas de Twitter. Asimismo, se difundieron presuntas pancartas y panfletos con propaganda Antifa azuzando a sus “camaradas” a participar encubiertos de este golpe.
Donald Trump y su «paz»
En un intento de calmar a sus seguidores, presidente Donald Trump subió un video a su cuenta en Twitter que luego fue borrado. En este llamaba a los invasores a regresar a sus casas y a dejar todo en paz, así como aseverar que estas elecciones fueron fraudulentas y que “ellos (demócratas) más que nadie lo saben”. “Vayan a casa, los amamos, son especiales, han visto lo que pasa, cómo otros actúan maliciosamente”. Fue una de las frases con las que finaliza este video de apenas un minuto de duración.
Se hizo viral en la misma red que presuntamente Twitter estaba censurando su video limitando las reacciones y haciendo complicado que pueda ser retuiteado bajo la consigna de fake news. Esto, como fue de esperar, enardeció a los seguidores más recalcitrantes que especularon sobre un encubrimiento de la red social para los saboteadores.
No es extraño leer mensajes provocadores en la cuenta del magnate, quien anteriormente había publicado mensajes contra China, contra las medidas por el coronavirus y quien había tratado de convencer desde 2016 a sus seguidores de que la prensa y los medios estaban en su contra.
Esto provocó que reporteros de distintas cadenas fueran agredidos el día de hoy y que fuesen despojados de sus equipos para ser destrozados por los ciudadanos. Finalmente, este repudiable acto contra la democracia dejó una víctima fatal: una mujer que tenía una herida de bala en el cuello durante el ingreso al Capitolio.