La Cámara de Exportadores, Logística y Promoción de Inversiones (CADEX), presentó en octubre el estudio llamado “Pensando en los estudiantes, ¿Cómo nos preparamos para el 2021”, los resultados arrojan que un 42% de peruanos piensan que la educación mejoraría el próximo año, pero el panorama parece cambiar.
A través de Ipsos, la encuesta revela puntos importantes sobre la opinión de los peruanos respecto a su experiencia de educación remota en todos los niveles educativos, ya que la modalidad de educación a distancia se implementó como medida ante el cierre de escuelas, colegios y universidades, esto como medidas de bioseguridad implementadas por el estado durante la pandemia del COVID 19.
Las cifran arrojan que un 42% cree que la educación mejoraría el próximo año, mientras que el 19% cree que será peor, mientras tanto un 35% piensa que se mantendría el nivel educativo. Además, al menos un 52% cree que el nivel educativo ha retrocedido, un 23% piensa que se ha mantenido igual, y solo un 22% cree que ha mejorado.
Por otro lado, las medidas educativas del estado han reflejado varias dificultades y brechas sociales, de las cuales la más mencionada es la de la falta de conectividad y equipos, el estudio arroja que el nivel inicial tiene al menos un 48% de dificultades, con el principal problema en el ambiente y equipo adecuado, esto sería un 40%. Mientras que el sector de educación básica, el 43% presenta dificultades en el desarrollo de aprendizaje autónomo, y luego un 41% de mala conectividad o ausencia. Lo que reafirma el problema de la conectividad en el Perú, siendo uno de los principales problemas para el desarrollo de la educación y, además, nos deja ver también un factor clave en el desarrollo educativo, la autonomía y ambiente adecuado.
Resulta entonces que es el estrés y el agotamiento emocional, el problema mayor en las familias con un 51%, luego la falta de tiempo con un 48%, los ingresos con un 46%, la falta de acceso y la conectividad, con 43% y 39%, respectivamente. La salud mental, está severamente afectada, al contexto de la pandemia se le suma el estrés académico, sobrecarga de tareas, frustración, poco desarrollo del conocimiento, frustración, entre otros.
Ahora bien, el docente se ha visto calificado positivamente con un 71%, en cuanto a disposición y compromiso para con sus estudiantes, de estos un 82% trabaja con el sector privado de la educación. Lo que nos lleva a cuestionar el accionar de las entidades estatales, viendo que también es el rol de las universidades privadas las que son calificadas con una evaluación positiva de un 52%, las escuelas privadas con 44%, el programa de Aprendo en Casa, con 40%, para pasar a las escuelas públicas con apenas un 24%, las universidades públicas con un 22%. Lo que deja mucho en cuestión.
Ahora, este estudio se da en octubre del 2020, y lo que se esperan es que se fortalezca la capacidad del docente para la educación remota, en un 65%; un 54% espera que se brinde autonomía a las instituciones educativas para adecuar la propuesta pedagógica a su contexto, de estos un 60% refiere a la educación superior, un 50% piensa que se priorizar educación primaria, y la mejor opción parece ser que se mantenga la educación a distancia hasta la aplicación masiva de la vacuna, con un 36%.
Lo que parece ser un poco más lejano, pues en el último anuncio del presidente transitorio Francisco Sagasti, las negociaciones se hacen complicadas y la vacunación no se realizaría en el primer trimestre del año 2021 como se había señalado anteriormente, si no que tardaría aún más. A esto se suma que todo indica que los estudiantes universitarios deberán seguir con las clases remotas durante el próximo año, al contrario de la educación básica, con quienes se intentará retomar las clases presenciales.
Por : Alondra Quiroz
