También llamado Trastorno Compulsivo Obsesivo (TOC), tiene como característica el seguimiento de secuencias de pensamientos intrusivos que provocan comportamientos repetitivos y cabalísticos; al mismo tiempo, condicionan a las personas que lo padecen a reiterar patrones en algún orden en específico. Las condiciones pueden variar según el diagnóstico que se tenga, componen un peso grande dentro de la rutina diaria, así como es un factor generador de estrés, ansiedad o desesperación.
Por otro lado, si se opta por ignorarlos, probablemente el deseo crezca aún más y el condicionamiento se acentúe para cumplir el objetivo; por otro lado, una vez logrado el propósito, se empieza a sentir una sensación de tranquilidad o de alivio. Asimismo, a pesar de cumplirlo o ignorarlo, puede surgir en algún momento después aquel deseo intrusivo, por lo que se volverá en un círculo vicioso.
El TOC puede surgir en momentos de estrés o de ansiedad, se ve acentuada en momentos o etapas difíciles de la vida, en donde se condiciona a la persona a experiencias fuertes. Por otro lado, ante un ambiente inapropiado, este se generará principalmente en personas adolescentes o jóvenes adultos, reforzándose aún más generalmente en la adultez, donde pueden generarse casos crónicos.
Además, existen diversos tipos de TOC ‘s, de los cuales prevalece algún patrón específico para generar una compulsión obsesiva. Tales como:
Contaminación: Obsesión al polvo o gérmenes en la limpieza hogareña y/o en la higiene personal. Generalmente hay una frecuencia de limpieza en la vida diaria.
Orden: Todo lo de su alrededor debe tener un orden en específico.
Repetición: Repetir la misma acción más de dos veces, a pesar que no sea necesario.
Veracidad: Miedo a que alguna acción no se complete según lo planeado, por lo que hay una necesidad de revisar.
Acumulación: Necesidad de guardar cosas sin que tengan un uso práctico o necesario.
Toda persona que lo padece no necesariamente tiene algún tipo en particular, ya que estas pueden relacionarse en muchos aspectos de la vida diaria. Por otra parte, el deseo de cumplirlos surge a partir de amenazas que atenten algún interés particular de la persona, ya sea uno familiar o dentro de su círculo social, sobre su ética o sus competencias laborales, entre otros.
Por último, el TOC no tiene cura absoluta, ante la frecuencia de estas acciones se recomienda asistir a un profesional especializado en salud mental. Ya que puede tratarse mediante interacción con el especialista o con medicamentos que puedan aliviar y reducir en menor frecuencia las obsesiones que se presenten.