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“Todos somos Mariana”: La campaña que busca concientizar sobre el aborto terapeútico

La organización Catolicas por el Derecho a Decidir (CDD-Perú) viene impulsando la campaña “Todos somos Mariana” con el objetivo de prevenir más muertes maternas e informar sobre el procedimiento del aborto terapeútico, que asimismo, ayudaría a acabar con los embarazos no deseados productos de violaciones sexuales en niñas y adolescentes. 

El aborto terapéutico es legal en Perú desde 1924, pero no se aplicaba por la falta de protocolo. Recién en el 2014, después de 90 años, el Ministerio de Salud promulgó la guía técnica para la aplicación del aborto terapéutico luego de que Gobierno peruano fuera declarado culpable por atentar contra la salud de dos adolescentes que solicitaron el procedimiento y no fueron atendidas, generándoles graves secuelas de por vida. 

Para someterse al aborto terapéutico, la guía establece que el embarazo tiene que ser menor a las 22 semanas de gestación. También se establece el protocolo desde que el médico tratante informa a la gestante el diagnóstico, pronóstico y riesgo para su vida y su salud.

El objetivo de la campaña «Todos somos Mariana» que apunta a la protección de las niñas y adolescente argumenta que en caso de violaciones el aborto terapeutico debe proceder y no se debe esperar a que la vida de la gestante esté en eminente peligro. Generalmente se cree que este tipo de procedimientos sólo son viables cuando la vida de la madre está comprometida, sin embargo, en el Código Penal no hacen alusión exclusiva a la salud física, por lo que se puede entender que hace referencia a la salud integral, es decir, en los aspectos físicos, mentales y sociales. 

Fuente: RPP Noticias

Algunas de las complicaciones más frecuentes durante un embarazo a temprana edad  son la ruptura del piso pélvico, que genera una hemorragia interna y la posterior muerte de la niña. Ellas tienen cuatro veces más probabilidades de morir y presentan mayor predisposición a la hipertensión crónica (preeclampsia), infecciones del tracto urinario, anemia y parto prematuro.

En el aspecto mental, se encontraría el trauma producto de la violación y además el trauma de verse forzada a llevar un embarazo indeseado, posibles cuadros de depresión, transtornos de personalidad e intentos de suicidio. Socialmente una niña que se ve obligada a continuar con el embarazo se aísla de sus grupos sociales, sentirse juzgada, dejar de lado sus actividades sociales, la educación entre ellas. 

Es con la premisa de «Las niñas son niñas, no madres» que el este colectivo viene haciendo un trabajo de concientización sobre este derecho relacionado a la salud, en su totalidad. Se espera que de esta forma más victimas de violencia sexual. sobre todo menores, no caigan en la revictimización y puedan reintegrarse a sus vidas normales.  

Fuente: Diario Uno