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Aldous Huxley y su mundo feliz

Para muchos aficionados a la literatura, Aldous Huxley fue un adelantado a su tiempo. Su obra maestra, Un mundo feliz, suele compararse al 1984 de George Orwell, e incluso se le pone por encima debido a la increíble precisión y relevancia de sus tópicos en la actualidad. Indaguemos un poco el legado de este gran trabajo literario.

Brave New World se publicó en 1932. El libro presenta una visión espeluznante de una sociedad futurista, llamada World State, que gira en torno a la ciencia y la eficiencia. En esta sociedad, las emociones y la individualidad son condicionadas en los niños a una edad temprana, y no hay relaciones duraderas porque “todos pertenecen a todos los demás” (un dictamen común del World State).

Wikipedia

Huxley proponía una forma diferente y más suave de totalitarismo. Una de conformidad lograda a través de bebés manipulados y cultivados en biberón y la persuasión hipnótica en lugar de la brutalidad; de consumo ilimitado que mantiene las ruedas de la producción funcionando; de promiscuidad oficialmente impuesta que elimina la frustración sexual; de un sistema de castas preestablecido que va desde una clase gerencial muy inteligente a un subgrupo de siervos tontos programados para amar su trabajo servil; y del soma, una droga que confiere felicidad instantánea sin efectos secundarios.

The New Yorker

La novela se escribió entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial, el apogeo de una era de optimismo tecnológico en Occidente. Huxley recogió ese optimismo y creó el mundo distópico de su novela para criticarlo. Gran parte de la ansiedad que impulsa a Un mundo feliz se debe a una creencia generalizada en la tecnología como un remedio futurista para los problemas causados por las enfermedades y la guerra. A diferencia de sus conciudadanos, Huxley sintió que esa confianza era ingenua y decidió desafiar estas ideas imaginándolas llevadas al extremo. La vida de Huxley estuvo rodeada de ciencia, algo que probablemente lo ayudó a producir Un mundo feliz. Su abuelo, Thomas Henry Huxley, fue un destacado biólogo y uno de los primeros defensores de la teoría de la evolución de Darwin, y sus hermanos también se convirtieron en científicos. Aldous también había esperado seguir una carrera en las ciencias, pero una enfermedad lo dejó parcialmente ciego en la adolescencia y, por lo tanto, no pudo continuar su camino científico.

Workplace Psychology

Huxley tuvo la genialidad de presentarnos a nosotros mismos en toda nuestra ambigüedad. Solo entre los animales, sufrimos del tiempo futuro perfecto. Rover the Dog no puede imaginar un mundo futuro de perros en el que todas las pulgas habrán sido eliminadas y la condición de perro finalmente habrá alcanzado todo su glorioso potencial. Pero gracias a nuestros lenguajes estructurados de forma única, los seres humanos pueden imaginar esos estados mejorados por sí mismos, aunque también pueden cuestionar sus propias construcciones grandiosas. Son estas habilidades imaginativas de doble cara las que producen obras maestras de especulación como Un mundo feliz. Citando La tempestad, fuente para el título de Huxley: «Somos tales cosas / Como se hacen los sueños». Bien se podría haber añadido: «y las pesadillas».