Un atisbo de modernidad, una crítica social
La popular serie “Los Bridgerton” estrenada la Navidad pasada y transmitida vía streaming por Netflix ha cumplido su primera temporada, presentando a mujeres de la época de la regencia de Inglaterra quienes demuestran un sentido de independencia, modernidad y liderazgo.
Se trata de la primera adaptación de los 8 tomos de la novela romántica y homónima de Julia Quinn, se centra en la vida social de las familias de la élite londinense, un círculo que pasa desde los bailes hasta los más grandes eventos sociales, con un solo fin: presentar a la sociedad a las jovencitas en “edad casadera” que han sido preparadas toda su vida para el matrimonio, la llamada edad debutante.
Sin embargo, a lo largo de la primera temporada, la hermana de la personaje principal, Eloise Bridgerton presenta sus líneas aduciendo que ella quiere un futuro distinto que “tener que fingir” ante la sociedad para conseguir un buen marido, al igual que según el guion de la serie, ella incentiva a su hermano mayor que cumpla sus sueños de ser artista ya que él “si tiene todo porque es hombre” mientras que ella no puede hacer nada en su posición.
Otro tema importante, con indicios históricos datados desde siglos anteriores al XXI, es la masturbación femenina, un tema tabú para muchos hasta hoy, pero en la ficción romántica de esta serie se trata con libertad en la intimidad de los protagonistas.
Por otro lado, se presenta constantemente el tema de la dote, un tema que en la actualidad es inexistente.
Es así como la serie popular manifiesta una posible crítica e intención de empoderamiento femenino.
