A finales del 2019, en el mes de diciembre, Wuhan, una ciudad de China, se convirtió en el foco infeccioso de un brote de neumonía de etiología desconocido, donde la medicina hasta ese momento conocida no era capaz de contenerla.
En breves días, los contagios aumentaron exponencialmente, pero no solo en la provincia o en el país continental, sino en toda la región y posteriormente en el mundo.
El agente causal fue identificado, un nuevo coronavirus (2019-nCoV) posteriormente clasificado como SARS-CoV2 causante de lo que actualmente conocemos como COVID-19. En este sentido, la emergencia sanitaria se extendió, al igual que el virus, en todo el mundo.
Ante lo sucedido, el 11 de marzo del 2020 la OMS declara a esta enfermedad como una pandemia. Sin embargo, días previos en el Perú ya se había registrado el primer caso, el 6 de marzo del 2020, ante ello y con la sobreviniente muerte días posteriores del primer caso confirmado, el presidente toma la decisión, junto al gabinete, de declarar estado de emergencia nacional.
El Estado de emergencia que fue extendido por varios meses más hasta implementar nuevas medidas con el objetivo de prevenir la propagación del Covid-19.
