Desde abril del presente año, nuestro país se encuentra en estado de emergencia sanitaria debido a la pandemia por el coronavirus, así como viene incrementando el número de contagiados, también se han evidenciado consecuencias para la salud mental de los ciudadanos. Entre los trastornos más comunes están el estrés, la ansiedad y la depresión. Frente a esto, el gobierno ha implementado medidas de apoyo para la población.
En octubre, el Instituto Nacional de Salud Mental creó un programa de apoyo a la atención virtual comunitaria, denominado “Anímate Perú” que trabaja en conjunto con un grupo de instituciones prestadoras del servicio de salud de Lima, funciona como servicio adicional a la atención presencial que brinda el instituto. El objetivo del programa es ofrecer ayuda de manera virtual y con apoyo de las tecnologías de la información y comunicación, a quienes se hayan sentido afectados respecto a su bienestar psicológico, social y emocional.
El Ministerio de Salud (Minsa) junto con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) realizaron un estudio en el que resultó que un aproximado de 7 de cada 10 peruanos estarían sufriendo algún tipo de problema respecto a su salud mental, lo cual es preocupante, sin embargo, muchas veces pasa desapercibido por los mismos ciudadanos al restarle importancia al cuidado del bienestar psicológico.
Además del apoyo de los centros de salud mental comunitarios, otra de las medidas tomadas en la pandemia, que ha servido de ayuda para la salud mental de los peruanos, es la línea 113 implementada por el Minsa, marcando la opción 5 se puede acceder a la consulta psicológica, además de poder recibir información respecto al centro comunitario de salud mental más cercano a tu localidad.
A pesar de las medidas tomadas en los meses anterior, la salud mental sigue siendo un factor preocupante dentro de la lista de consecuencias que va dejando la pandemia. Y es algo que afecta tanto a la capital como a las provincias del país. Como en la provincia de Moquegua donde el presente mes de diciembre, la demanda de pacientes que necesitan atención psicológica ha incrementado, exigiendo la pronta respuesta de los centro de salud de la ciudad que no siempre logran darse abasto.
Definitivamente, a pesar de las medidas implementadas, la salud mental sigue siendo un aspecto preocupante. Sumándole a las muertes y contagios, representa un desafío para las autoridades competentes del área tener que enfrentar y atender las secuelas que el covid 19 deja en la salud mental de los ciudadanos, para esto se deberá tomar las decisiones más eficientes teniendo como objetivo principal al bienestar de los peruanos.