El 30 de diciembre en Argentina será recordado con felicidad, después de 12 horas de debate, el senado aprobó la ley de la interrupción voluntaria del embarazo (ILE).
Esta ley se aprobó con 38 votos a favor, 29 en contra y una abstención, permitiéndole a las mujeres a decidir sobre sus cuerpos.
Este es un gran paso para que los otros países de Latinoamérica empiecen a debatir la posibilidad de añadir a sus leyes nacionales la ILE.
Es un derecho
Según la ONU, el aborto y sus cuestiones son “la esencia del derecho fundamental de la mujer a la igualdad, privacidad y salud física y mental, y estas son condiciones previas para el disfrute de otros derechos y libertades”.
Al mismo tiempo, obligar a una mujer a llevar un embarazo es una tortura según la relatoría de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW).
¿Es necesario una ley?
Según las estadísticas de la ONU, haya o no una ley que prohíba el aborto, este se seguirá llevando en condiciones clandestinas y esta última es una de las mayores causas de muerte de las mujeres, adolescentes y niñas, dado que se lleva a cabo en lugar insalubres, con personas no capacitadas y con mucho riesgo de posteriores secuelas.
Añadiendo a esto, hay que recalcar que la mayoría de las mujeres, adolescentes o niñas que van a estos lugares son las de clase media y baja. El negar el acceso a este derecho lo único que hace es incrementar las brechas sociales y económicas.