En 1961 se demuele la Penitenciaría de Lima, conocido simplemente como “Panóptico”. Debido a ello, se buscó otro lugar donde colocar a todos los presos. El entonces presidente Fernando Belaunde Terry ordenó la construcción de un penal que se llamaría Centro Penitencial Lurigancho, al que todos conocerían simplemente como “Penal de Lurigancho”.
Durante toda esa década, las noticias con respecto a San Juan de Lurigancho eran con respecto a ese penal. Debido a ello, se ha creado un cierto mito de que el distrito recibe ese nombre debido a ese centro penitenciario. Sin embargo, esto no es así. Su nombre tiene un origen cultural que mezcla dos vertientes: una española y la otra indígena.
Durante la época prehispánica existió una población que habitó la quebrada de Canto Grande y la llamó “Ruricancho” o “Lurigancho”. Este grupo de personas no tiene relación con el famoso Imperior Incaico, puesto que llegaron a la quebrada antes que ellos.
“El nombre de Lurigancho viene de la población nativa. Estaba constituida por un reino llamado Ichma, cuya capital es Pachacamac. En este territorio estaba Lurigancho o Ruricancho como se menciona en los documentos antiguos”, afirma el arqueólogo Julio Abanto.
Con respecto al origen específico del término “Ruricancho”, el lingüista Gerardo García Chinchay sostiene que este proviene de la fusión del vocablo “Luri” o “Ruri” que significa “interior o adentro”. Esto tendría sentido por la ubicación del lugar, ya que la quebrada Canto Grande está en medio de varios valles. Por otro lado, el vocablo “Canchu” se referiría a un ave. A pesar de no haber evidencia de tal animal, el arqueólogo Julio Abanto no lo encontraría raro pues en el Perú ya existen casos de toponimias con alusión a animales como es el caso de Pisco o Cusco.
Esta sería la vertiente indígena del nombre de San Juan de Lurigancho. El lado español no llegaría sino hasta la llegada de los españoles.
Durante el virreinato, se crearon varias reducciones indígenas, o pueblos de indios como también se les conoce, con el objetivo de que allí vivieron indígenas. Asimismo, las reducciones también sirvieron para que se realice un cobro más eficiente de los tributos, mejor instrucción del cristianismo en la población y otorgarles un trabajo a los que vivían allí.
Es en ese contexto que el virrey Francisco de Toledo establece una reducción indígena en el valle de Lurigancho. No se conoce la fecha exacta de la fundación de la reducción, pero se presume que pudo haber sido aproximadamente en 1571. Asimismo, con respecto al nombre que recibió este pueblo de indios, se cree que en un inicio se habría llamado “Todos los Santos de Lurigancho” y que luego recibiría su nombre más conocido: “San Juan Bautista de Lurigancho”.
Entonces, es así como el actual distrito llega a conseguir su nombre. No surge de la construcción del Centro Penitenciario Lurigancho, sino de una mezcla de la cultura autóctona que existió allí hace siglos con la cultura española.