Foto: Archivo Casa de América
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Los apoyos políticos de Vargas Llosa en el último ciclo latinoamericano

Mario Vargas Llosa es el gran novelista de nuestra historia literaria. Escritor de obras donde se narra el autoritarismo y la crueldad de la sociedad latinoamericana, es el autor, principalmente en sus primeras novelas, del individuo sojuzgado por la violencia del poder. Pero nuestro nobel también es un constante comentador de la coyuntura política. Tanto en conferencias, entrevistas o en sus columnas escritas a brindado su respaldo a distintos políticos de esta parte del mundo. 

Es bastante comentada la deriva que experimentó su pensamiento ideológico desde su juventud hasta su madurez. El apoyo a la revolución cubana y a Fidel Castro, su seguimiento a las ideas políticas de Jean Paul Sartre, su denuncia contra las dictaduras latinoamericanas de derechas. Sin embargo, el izquierdismo es una etapa que Vargas llosa dejo en su juventud, y por mucho. En las últimas décadas Vargas Llosa ha brindado su apoyo a distintos políticos que encarnaban las ideas de libre mercado y, en algunos casos, hasta de un autoritarismo de derechas en la región.  Repasemos algunos de estos casos:

Mauricio Macri

En las elecciones argentinas del 2015 Vargas Llosa aposto su confianza en la candidatura del empresario Mauricio Macri, quien se enfrentaba al candidato oficialista Daniel Scioli. Tras doce años de hegemonía de la centro izquierda peronista, el nobel veía en Macri la posibilidad de un giro de timón en el rumbo económico y político para la nación argentina. Así lo diría en una entrevista con el periodista Andrés Oppenheimer: “el único que representa una alternativa real, clara y contundente a lo que ha sido la tragedia de la Argentina, que es el peronismo». El escritor sería, además, un entusiasta defensor de las medidas de ajuste económico impuestas por el gobierno de Macri cuando este asumió la presidencia.

En un video en Facebook difundo por el mismo Mauricio Macri, el escritor mencionaba que estaba “seguro de que todo esto, pasado este primer período de sacrificios, va a tener efectos muy beneficiosos sobre la economía, sobre las instituciones del país».  Sin duda confiaba en que la pericia del empresario y su confesión de liberal haría reflotar la inestable economía argentina. Empero, las cifras no acompañaron al gobierno de Macri, quien heredo un PBI de 643.000 millones dólares y terminaría su mandato con uno de 450.000 millones.

Iván Duque

En su columna de opinión en el diario El país, titulada El ejemplo colombiano, Vargas Llosa elogiaba la medida del gobierno de Iván Duque de crear un Estatuto de protección temporal para los migrantes venezolanos. Dicha medida permitía regular la situación legal de mas de 9000 migrantes. Medida bastante humanitaria en su momento, viniendo de un gobierno que pocos meses después afronta una de las protestas sociales más cruelmente reprimidas de la región. El titulo de la columna no es nada gratuito, ya que, para Vargas Llosa, Duque es un ejemplo de político en si mismo. “Eran los tiempos de la campaña electoral, una época en la que los políticos profesionales suelen siempre ceder a la demagogia y a las falsas promesas, por la desesperación de ganar votos. Pero Duque no lo hacía, por convicción y honestidad: “Nada de exageraciones”, decía, “hay que prometer sólo lo posible”, escribiría el literato. Las protestas en Colombia, originadas por una reactivación económica recargada en los hombros de las clases medias y bajas, y su brutal represión, no han despertado ni un pronunciamiento ni una critica a su modelo de político ideal.

Keiko Fujimori

Esta podría ser una de las imágenes mas extrañas e interesantes que nos ha brindado la política peruana. Mario Vargas Llosa apoyando la candidatura de la hija de Alberto Fujimori. La noticia llego a los oídos peruanos como esas sorpresas que todos esperan. Era inevitable, más allá de sus rencores políticos, parece que la principal oposición de Vargas Llosa no son los personajes judicialmente cuestionables (como lo evidencia su cercanía con Álvaro Uribe) sino el miedo a un hipotético comunismo. “Hay todavía mucha reticencia al voto por Keiko Fujimori, yo los comprendo. Sin embargo, en estas elecciones voy a votar y voy a pedir a mis compatriotas que voten por ella”, diría a través de una conexión virtual en un acto en Arequipa donde Keiko Fujimori firmaría su segundo juramento democrático. Vargas Llosa escuda su decisión en una defensa del sistema actual: “A diferencia de lo que ha ocurrido en otras, no vamos a elegir a unas personas, sino vamos a optar por un sistema: esto lo han decidido nuestros adversarios”. Sin embargo, esto no es un patrón nuevo, es la misma lógica con la que brindo su apoyo a Ollanta Humala: un llamado al continuismo político y económico.  

Keiko Fujimori, con un pedido de la fiscalía de 30 años de prisión por sus acusaciones de lavado de activos, organización criminal y obstrucción de la justicia; terminaría representando, para Vargas llosa y sus seguidores, la representación de la defensa de la libertad y democracia. O quizás solo del libre mercado, que en términos vargasllosianos, parece que significan lo mismo.